Mientras duermes…

Hoy es 31 de diciembre y no puedo dejar dar una mirada al 2017. Una de las cosas que más me ha costado en este año, es que Julieta cumplió 3 y esto vino con un nivel de madurez y conciencia que fue haciendo más evidente la separación de sus padres. En algún momento me dijo: ¨mami, poique vivimos en casas sepalladas, yo quiello una familla lleal (real)¨.
Si hay algo que he aprendido en este tiempo es a contestar con una pregunta en estos casos (para saber qué terreno estoy pisando). Por eso le contesté en aquella ocasión, lo siguiente: ¿qué es una familia real mi amor?. Mi pulguita de 90 centímetros me dijo: ¨una familia lleal, es la que vive en una misma casa mami, eso es una familla real¨. Este tiempo que me tomé para repreguntar y escuchar me permitió, dar una respuesta mejor argumentada y más respirada comparada a la que iba a dar (llena de culpa y miedo). Así que le dije: ¨Amor, existen distintos tipos de familias…y le fui dando ejemplos de familias que ella conocía para que se diera cuenta y también de las familias de sus dibujitos (con los que está tan familiarizada). Cerrando la explicación con que el hecho de que papá y mamá vivieran en casas separadas, no significaba que NO fuéramos una familia real. A las familias, creo yo y es lo que le estoy transmitiendo a ella, las une el amor y mientras exista amor por los hijos, pues siempre habrá unión familiar, estando en la situación en la que se encuentren.
Este post, va dedicado a todas esas mamás y papás que están en guerra, que usaron (sin quererlo o queriendo) a los hijos como escudo.
Ellos lo perciben todo, recuerden que existen distintos tipos de lenguaje, el verbal y el no verbal. Si eres padre o madre separad@, el ÚNICO CAMINO, es llevarte bien con el padre o madre de tus hij@s. Dejar de verse como enemigos (es complejo, toma tiempo dependiendo del motivo de la separación), pero en ese tiempo deben tener clarísimo que hay una línea que no se debe cruzar y esa está evidenciada en los corazones o emocionalidad de tus hijos. Serán padres toda la vida de esas criaturas que trajeron al mundo con amor.
Hay muchas cosas que yo quiero decirle a Julieta, pero hoy no puedo hacerlo, porque es muy pequeñita para entender. Pero a veces, mientras duerme, le pido perdón, por no poder darle esa familia real que ella tanto anhela.
Hay cosas que tenemos que callar, por cuidarlos a ellos, pero mientras duerme, si es algo bonito y que pensamos que aún no entenderá, podemos hacerlo. Este fue un consejo que me dio una hermosa y guerrera mamá y me ha servido mucho.
Hoy mientras Julieta duerma, a las 12 de la noche, le haré una promesa…y todo el 2018 trabajaré para cumplirla.
¡Feliz Año! ¡Que todas sus promesas buenas se cumplan les desea Mamá Psicóloga!