¡Quiero que seas feliz! (carta de una mamá a su pequeña hija)

Quiero que seas libre. Por eso cada vez que des tu opinión te escucharé atentamente y si tienes una iniciativa, te acompañaré.

Quiero que seas valiente. Por eso dejaré que te caigas. Es obvio que te advertiré del peligro, pero dejaré que explores. Te curaré y te aplaudiré cuando te levantes.

Quiero que seas honesta. Por eso cuando mientas, te aceptaré. Nunca te diré que eres una mentirosa. Te haré saber que lo que dices en ese momento es una mentira y te acompañaré de la mejor manera para que cuentes la verdad.

Quiero que seas empática. Por eso te acompañaré en todos tus estados. Si es felicidad, brindaré contigo. Si es tristeza, te contendré y así con todo lo que vayas sintiendo. Siempre estimularé tu capacidad de observación. Quiero que mires a los demás. Quiero que veas más allá. Quiero que conozcas lo que dicen los gestos, las miradas.

Quiero que seas proactiva. Por eso siempre te mostraré los problemas con una interrogante. Quiero escuchar tu voz, tu opinión. Quiero que no le temas a tus ideas, te acompañaré haciendo de público, de vendedora, de trampolín o de lo que necesites.

Quiero que seas auténtica. Por eso cuando solo veas lo negativo en otra persona, te mostraré su lado positivo. Nunca me burlaré de tus torpezas, fracasos o metidas de pata, te ayudaré a aceptarlas y a aprender de ellas.

Quiero que seas reflexiva. Por eso cuando no sepa algo, buscaré en google, wikipedia, libros y demás porque todo tiene un origen y una explicación. Permitiré que me cuestiones. De mi boca nunca saldrá un ¨¡Porque yo lo digo y punto!¨.

Quiero que te sientas bien por fuera y por dentro. Por eso, te enseñaré que el azúcar no le hace bien a tu organismo. Que la comida saludable te dará la energía vital que necesitas para seguir con una vida grandiosa. Quiero que cuando te veas al espejo, te guste lo que veas, así el resto opine lo contrario. Te susurraré al oído cuantas veces sea necesario que te amo y por qué. Te aceptaré solo por ser tú, porque así, con defectos y virtudes, ya eres perfecta.

Quiero que seas inteligente. Por eso no me dejaré guiar por tus notas. No te compararé con nadie y no me interesará si te sabes la lección al pie de la letra o si te sacaste un diploma. Quiero enseñarte a pensar y eso solo lo lograré pensando contigo, siendo el micrófono de tus pensamientos y aportando para que se escuchen mejor.

Quiero que seas una buena ciudadana, una buena persona. Por eso te enseñaré a saludar, a despedirte, a decir gracias y a pedir disculpas. Caminaremos juntas hasta el crucero peatonal. Le explicaremos a la gente que no debe arrojar basura en la calle. Actuaremos siempre pensando en los demás, cederemos el paso a los peatones cuando estés en mi carro y cuando manejes tu carrito. Buscaremos transformar el mundo en un lugar mejor.

Quiero que no tengas vergüenza, quiero que sepas hacer valer tus derechos. Por eso, nunca me verás bajar la cabeza ante una injusticia. Por eso te enseñaré que la libertad termina donde comienzan los derechos del otro.

Quiero que cuides tu hogar, tu planeta, tu mundo. Por eso nunca te pediré que arranques una flor para regalármela. Con las que se cayeron al piso, seré feliz. Tendremos largas aventuras en los parques. Abrazaremos árboles y le cantaremos a las flores. Buscaremos segundos usos. Nos bañaremos rápido y apagaremos luces no necesarias.

Quiero que seas solidaria. Por eso te enseñaré a compartir, no solo cosas materiales, también tu tiempo, tu motivación y energía a quien lo necesite.

Quiero que seas feliz. Por eso te meteré a clases de baile, canto, pintura, teatro y todo lo relacionado al arte. Quiero que le bailes a la vida. Que cantes tus anhelos. Quiero que pintes tus sueños y que juegues con lo simple y complicado. Quiero que te la juegues por la vida, que es una, que es un regalo para usarlo con amor.

Quiero tener vida suficiente para vivirla a tu lado. Sé que no seré perfecta en este proceso, pero también quiero que cuando yo fracase, me des otra oportunidad.